El influyente diario The New York Times publica hoy un reportaje sobre la situación del presidente Pedro Castillo: “Pedro Castillo no ha logrado transformar al Perú, y ahora enfrenta otro juicio político”.
Desde San Luis de Puña, la cuna del mandatario, el periodista Mitra Taj, que firma la nota con Genevieve Glatsky, recogió el descontento que prima entre los paisanos de Castillo por su desempeño.
“El presidente de Perú llegó al poder prometiendo abordar la desigualdad crónica del país, pero se ha visto inmerso en escándalos, decisiones controversiales y errores políticos graves que amenazan su gestión”, concluye la nota.
“En menos de un año y medio en el cargo, Castillo ha nombrado cinco Gabinetes diferentes, ha enfrentado seis investigaciones penales y, el miércoles, enfrenta un tercer intento de juicio político en el Congreso, una institución que el líder peruano ha amenazado con disolver”, añade.
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Y recuerda que “los fiscales acusan a Castillo de liderar una organización criminal para lucrar con contratos del gobierno y de obstruir repetidamente la justicia, cargos que el presidente ha negado”.
El NYT contextualiza el delicado caso peruano con el telón de fondo de la crisis política que no se detiene desde 2016, el desproporcionado impacto de la pandemia en el país y su especial vulnerabilidad a las presiones inflacionarias externas.
Destaca además que Naciones Unidas acaba de advertir que el Perú es el país que más inseguridad alimentaria presenta en la región.Una paradoja acentuada en una región de riqueza agrícola como Cajamarca, donde campesinos entrevistados cuentan que en esta temporada solo han podido sembrar la mitad de papa de lo usual debido a la incapacidad del Gobierno para comprar urea en medio de repetidos escándalos de corrupción.
Estaurofila Cieza, campesina de Puña, lamenta que “nos dijo que iba a cambiar el país pero nos ha engañado”.
La nota resume que “desde que asumió el cargo, Castillo inició una era caracterizada por frecuentes controversias y una torpeza notable, sin lograr avanzar mucho en sus múltiples promesas de campaña. Ha designado a más de 80 ministros y, para muchos cargos, nombró a funcionarios que carecían de experiencia relevante”.
Por cierto, la pieza menciona que, si bien el Perú ha tenido presidentes outsiders, ninguno estaba tan lejano de los círculos del poder. También cita declaraciones del congresista Guillermo Bermejo en la línea de la victimización que todavía rinde algunos frutos en las encuestas para algunos sectores de la población. “Todos los apellidos rimbombantes del país han cortado el jamón durante 200 años”, dijo.
También alude al factor polarizador representado por Keiko Fujimori, que le permitió a Castillo acceder al poder, y la incapacidad de la oposición parlamentaria de construir una alternativa razonable.
Incluso se mencionan declaraciones de algunos pobladores de Muña que todavía albergan esperanzas. “Lamentablemente no lo dejan trabajar como se debe”, critica María Núñez de 77 años.
Pero más allá del esfuerzo por equilibrio la nota concluye que “en una parte de Perú donde el eslogan de la campaña de Castillo, “no más pobres en un país rico”, solía ser aclamado, hoy provoca risas”.
Una mirada desprejuiciada sobre el terreno que proyecta que, con todas las deficiencias de la política local, el principal problema del Perú hoy es la permanencia en el poder del actual presidente.