Solo eso explica que crea que al decir “hemos reducido la pobreza” —como quien dice ‘hágase la luz’— se reduzca, efectivamente, la pobreza. O que piense que al anunciar una “segunda reforma agraria” se resolverá por sí sola la crisis del agro y los fertilizantes que no supo comprar.
El presidente reclama que a los medios “no les interesa difundir los logros” de su gobierno, quizá pensando que esos logros mágicamente aparecerán al ser enunciados, junto al crecimiento en las exportaciones y la fantástica inversión minera. Y de forma opuesta, cree que basta con decir que los medios “se van a cansar de buscar las pruebas, porque no las van a encontrar”, para que las evidencias dejen de brotar por todos lados.
Es parte del pensamiento mágico de quienes creen que redactar una nueva Constitución automáticamente mejorará la calidad de vida de los peruanos. Piensan que el relato se impone al dato y que lo simbólico crea lo real. Por eso se creyeron el cosplay bucólico del candidato.
Curiosamente, eso acerca a Castillo a Fujimori, otro presidente que despreciaba los libros.
VIDEO | “Castillo estaría preparando su salida política” – Análisis del discurso del presidente Pedro Castillo
En el debate presidencial de 1990, Mario Vargas Llosa lo comparó con un filósofo griego que decía: ‘la palabra crea la cosa’ (hoy sería impensable citar a un filósofo griego en un debate político). “Semejante creencia es considerada una aberración en la historia de la filosofía”, dijo Vargas Llosa. “El ingeniero Fujimori participa de esta aberración: él cree que la palabra crea la cosa. Habla de un acuerdo nacional y ya aparece él como un verdadero promotor del acuerdo nacional. No hay tal cosa.”
Y quizá por esa creencia religiosa en la palabra es que Castillo omitió pronunciar una parte de su discurso: el párrafo en el que conminaba “a los prófugos de la justicia a entregarse a las autoridades, pues el Perú quiere saber la verdad”.
Pero ya sabemos: la palabra no crea la cosa. Y aunque el cabalístico presidente no lo diga para que no se cumpla, ya hay varios exfuncionarios de su gobierno en la cola de la colaboración eficaz.