“Romero me ha dejado varias bombas de tiempo”, ha dicho López Aliaga, sugiriendo que el ex alcalde ha firmado contratos CAS en diciembre, 15 días antes de terminar su gestión. El flamante burgomaestre limeño ha manifestado su intención de continuar reestructurando el Municipio de Lima, sobre todo simplificando el ROF (Reglamento de Organización y Funciones), fusionando los OPD (organismos públicos descentralizados) y las empresas municipales bajo una sola entidad, y finalmente reduciendo las gerencias de 35 a solo 8. “En mis tiempos de regidor teníamos hasta 5 mil personas, ahora hay 13,500”, ha comentado en su círculo de confianza. El objetivo, dicen, es definir una estructura afiatada y eficiente. En sus palabras, acabar con consultorías absurdas, duplicidad de funciones y burocracia innecesaria. “Cortar la grasa”, como dice un alto funcionario, citando al alcalde. Pero también redireccionar al menos S/. 100 millones de la planilla para obras, aunque RLA calcula que podría ahorrar hasta el doble. Pensando en el largo plazo, además, le ha planteado a sus congresistas un proyecto de ley que establezca en los municipios un máximo de 60% del presupuesto para gasto corriente, dejando un 40% para destinarlo a la inversión.
Este recorte ha provocado que algunos funcionarios asuman varios roles. Por ejemplo, se ha omitido nombramientos en una decena de subgerencias, como las de trámite documentario, eventos y protocolo o apoyo a comisiones. Un grupo de funcionarios de alto nivel provienen de la Municipalidad de Miraflores. Notoriamente Óscar Lozán Luyo, quien repite el cargo de gerente municipal; Jéssica Villegas, gerente de administración y finanzas (ex secretaria general); Maritza Casaverde, subgerente de personal (ex gerenta de recursos humanos); y Abdul Miranda, quien vuelve a asumir el cargo de gerente de seguridad ciudadana. A su vez, Lozán, Miranda y Casaverde provenían previamente de la gestión de Castañeda Lossio. Villegas, en cambio, había sido gerente de administración y finanzas en San Isidro antes de trabajar en Miraflores. Como ya es usual en el medio, la rotación municipal es alta. Pero esta vez la experiencia será un estratégico punto a favor, sobre todo en este escenario de reducción de funcionarios. También para los ex miraflorinos Luis Molinari y Julio Alzola, quienes repiten tareas en cultura y comunicaciones con buen parte de sus equipos, respectivamente. Destaca la presencia de Francisco Petrozzi, flamante director artístico del Teatro Municipal de Lima. Un caso emblemático es el de Isabel Atala Melgarejo, quien por el momento maneja dos gerencias: la de Desarrollo Social, Mujer e Igualdad, así como la de Educación y Deportes. El tiempo dirá si está reforma municipal rinde sus frutos. Sobre todo considerando que RLA ha solicitado las competencias regionales en temas de salud y educación.
LEER | Rafael López Aliaga renuncia a su sueldo como alcalde de Lima
Valga recordar que el PIA (Presupuesto Institucional de Apertura) de la Municipalidadad de Lima para este año es de solo S/. 1200 millones, pero el alcalde ya está cambiando ciertas partidas para engrosar la cifra. Se espera que para marzo haya más ingresos. Y también se está tramitando crédito con el Scotiabank, además del ya anunciado acuerdo con el Banco Mundial. Para fines de marzo se podrá tener una visión más clara dentro del PIM (Presupuesto Institucional Modificado) de lo que se podrá hacer este 2023. Solo así se podría contar con un presupuesto que vaya de acuerdo a la ambición del alcalde.
El tema de los peajes, que fue una promesa de campaña, se verá este jueves 19 de enero en la sesión de Concejo Municipal. La gran sorpresa ha sido descubrir que una de las empresas concesionarias ya le había interpuesto una demanda de S/. 1000 millones en arbitrajes al municipio. La estrategia, antes que ir por la anulación de los contratos, será revisar su caducidad.
En estas semanas se firmará, además, un convenio de ayuda alimentaria con la embajada de los Estados Unidos. También se preparan convenios para exonerar de impuestos prediales o alcabalas a empresas que quieran rescatar casonas, edificios históricos y demás patrimonio en crisis. Un proyecto expectante es el de rescatar la Plaza San Martín, por ejemplo, para el que ya hay una propuesta concreta que está siendo estudiada. También existe un proyecto para tener calesas, pregoneros y vivanderas, como alguna vez quiso hacer Alberto Andrade. Un primer paso en esta dirección ya ha sido dado: el remozado de la pileta de la Plaza Mayor.
Quizá el hito más relevante, sin embargo, será la anunciada intención de completar la electrificación de la ciudad, además de mejorar el abastecimiento de agua potable y desagüe. RLA ha anunciado que se instalarán más medidores de electricidad para cubrir la necesidad latente. También se ha comprado el pleito de los medidores de agua, ahora que Sunass ha propuesto cambiar la norma de verificación de los mismos. Esto para garantizar la mayor competencia e impedir la figura de juez y parte. También en el tema de los medicamentos, por cierto, RLA ha anunciado que priorizará el ingreso de nuevos actores que compitan más y mejor. Su primera medida ha sido anunciar que hará respetar la ‘ley de genéricos’ en la oferta de medicamentos en las boticas. Sobre el tema del agua, finalmente, se anunció la reapertura de parques zonales que estaban clausurados. Y se advierte que pronto se inaugurarán algunos que están paralizados debido a temas legales. En el tema de agua de emergencia, por cierto, es muy cercano el empresario Javier Musiris, quien fue condecorado en la ceremonia por el 488 aniversario de Lima, junto a otros personajes como Carlos Añaños Jerí, ex candidato por Avanza País y voceado por RLA como ‘futuro presidenciable’.
Un plan ambicioso, como se ve. Habrá que ver cómo se concilia con la realidad presupuestaria del municipio limeño, que aún busca recortar gastos y conseguir mayores fuentes de financiamiento.