La ministra de Cultura, Betssy Chávez, enfrenta una investigación por la contratación irregular de los familiares de su pareja mientras era titular de Trabajo. El último domingo un reportaje de Cuarto Poder reveló que la titular del Mincul habría beneficiado a familiares de Abel Sotelo con cargos en el Estado.
Su padre Antonio Sotelo Calderón fue nombrado el 12 de enero de 2022 en el cargo de representante titular del Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo ante el Consejo Nacional del Servicio Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial (Senati), con resolución firmada por Betssy.
Luego Sotelo Calderón pasó a Cofopri Tacna, entidad adscrita al Ministerio de Vivienda, y enfrentó acusaciones por presunto cobro de coimas por titulaciones. El ex director de esa institución, Jorge Quevedo denunció fuertes presiones de Salatiel Marrufo, entonces jefe de gabinete, para concretar la contratación.
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Sotelo Calderón renunció el miércoles 16. En allanamiento de la Fiscalía en el Ministerio de Trabajo se encontró otro contrato de Flor de María Sotelo, hermana del galán. Pero Betssy también ha hecho de las suyas en Cultura, y las consecuencias son más graves. El sábado 12 oficializó la designación de Fernando Aliaga Alejo como presidente del directorio del Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP).
Aliaga no tiene ninguna experiencia con el sector más allá de haber sido secretario de comunicaciones del sindicato del Congreso hace 10 años, donde conoció a la ministra. La consulta de debida diligencia hecha por el IRTP encontró un “riesgo moderado” con Aliaga “aplicable a la administración pública en general” pero Betssy siguió adelante.
Es claro que se termina de imponer el control político sobre la comunicación pública, ya que Aliaga reemplaza la funesta gestión de Joseph Dager, que agradeció a Castillo el nombramiento y dijo estar comprometido con el “periodismo decente y docente”. La pantalla que dirigió no registra ese deseo.
