En medio de los andes cusqueños y a 3075 metros sobre el nivel del mar, se ubica Chinchaypujio, un pequeño distrito en la provincia de Anta, lugar donde los pobladores veneran a la mamacha ( gran señora) Asunta o Virgen de la Asunción desde tiempos de la colonia española.
CARETAS viajó hasta esta localidad para conocer cómo se vive esta comparsa de saqras (traviesos, diablillos) esta festividad, del.mismo modo para conocer sobre sus costumbres y la forma cómo veneran a esta imagen católica que está declarada como alcaldesa vitalicia de esta jurisdicción, además de Patrimonio Nacional.
La luz de los saqras
Son las siete de la mañana del último domingo 14 y los saqras (diablillos , traviesos) van camino desde la saqra wasi (casa cargo) hacia la iglesia para sacar del templo religioso a la mamacha Asunta con el fin de poder arreglarla con los diversos regalos que le tienen los devotos que llegan desde varias partes del país.
A su paso por las calles de esta demarcación, la sagrada imagen recibe aplausos, otros hacen la señal de la cruz como muestra de respeto hacia ella y saludan de forma cortés a los saqras, quienes la llevan con sumo cuidado para el saqra wasi, espacio donde permanecerá por un par de horas previo a su regreso a la iglesia .
La Virgen Asunta recibe los cuidados necesarios, como la colocación de una nueva peluca y banda de alcaldesa vitalicia, también un cabello nuevo y presentes como los ciriones y flores que son traídos por los fieles.
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Es entonces que cada integrante de los saqras expresa su fe ante la sagrada imagen, unos le rezan con fervor, otros con lágrimas y algunos en silencio para pedirle favores y bendiciones.
Cuando de pronto, Julio César Villa Velazco, caporal de la comparsa, ordena alzando la voz el inicio de los ensayos previos, y ellos se van colocando en columnas que son lideradas por la china saqra (integrante femenino del séquito) para dar inicio a la coreografía. Cada integrante usa una máscara relacionada a Lucifer o algún animal grotesco, también trajes de colores con detalles de arañas y serpientes. En el caso de las chinas saqras, usan faldas y blusas de colores intensos como rosado, celeste , naranja; también cada integrante lleva un bastón que está decorado con detalles que van desde una cabeza de cobra o un cuerno de venado.
El ensayo está marcado con una fe inquebrantable, pues al entrar saludan a la Virgen Asunta para dar paso a los que están llenos de alegría porque así ellos demuestran que bajo ese sentimiento la fe es más fuerte. “Bailamos por amor a ella, porque nos cuida y con esta alegría que nos caracteriza le decimos que nuestra fe en ella está fuerte a pesar de la pandemia“, cuenta Claudia Pacheco, china saqra de la danza.
El rechazo y la fe en “Asunta”
Cuando de pronto se da inicio al visitanakuy (visita de comparsas) al saqra wasi, donde las diversas comparsas que participan de la festividad llegan para saludar a la mamacha Asunta. Son 16 comparsas que ingresan para expresar su fe y devoción.
Cada una de ellas espera, en el patio principal del cargo saqra, que la hermandad de cargadores ingrese para realizar la salida del anda sagrada que recorrerá la calle haciel el recinto sagrado. Es una procesión multitudinaria en la que el cargo mayor y los representantes de las danzas caminan adelante llevando más obsequios.
En todo el recorrido hasta la plazoleta del distrito, los saqras realizan travesuras generando las risas de la gente. Revientan camaretazos y hacen de la festividad un ambiente ameno donde la gente se pone contenta para disfrutar de esta actividad costumbrista.
Alan Vilca, integrante de los saqras, recuerda lo difícil que fue al inicio formar esta comparsa en Chinchaypujio, dadas las fuertes creencias católicas. “Nos llegaron a arrojar piedras la misma gente, nos insultaban y no nos permitían estar cerca de la Virgen porque creían que representábamos al demonio, incluso el mismo sacerdote del pueblo nos rechazaba porque nuestra danza representaba al “ Supay”.
Vilca señala que luego de varias conversaciones con el nuevo sacerdote religioso de una conocida orden, donde se le explicó el verdadero origen de la palabra “saqra” y la constante ayuda social que realizan, recién se pudo entender que ellos solo buscaban expresar su fe.
Los saqras (traviesos) son una comparsa que por ocho años ha venido realizando la tradición de recibir a la Virgen Asunta en su casa. “Ellos no se han tomado esa atribución como muchos creen y quién sabe, a lo mejor la Virgen quiere estar cerca de ellos”, dice Herminia Villafuerte, devota de Asunta.
Al llegar a la plaza que luce llena, todos comentan que la Virgen esta hermosa, los traviesos hijos de la mamacha Asunta no ingresan al templo porque según nos comentan, entre sus “fechorías” no hacen caso a lo que ordena el sacerdote del pueblo y optan por ir a almorzar junto a sus visitantes.
¿Cómo llegar a Chinchaypujio?
Ruta por carretera más corta desde Cusco a Chinchaypucyo: 1137 km y la duración aproximada del viaje es de 18 horas. También se puede tomar carros de servicio desde Izcuchacaque.