Un doble feminicidio, ocurrido en la tarde del pasado lunes 12 de abril en Tarapoto, causó la indignación y repudió de gran parte de la población. Se trataba del crimen por partida doble de una mujer y su menor hija, quienes fueron atacadas a cuchilladas por César Óscar La Barrera Martínez, de 56 años y ex pareja sentimental de la víctima.
El móvil del crimen
Según información policial y testimonios ofrecidos por la familia, se baraja una hipótesis como móvil del crimen. César Óscar La Barrera Martínez habría sido sorprendido por su pareja Jenny Jessica Rojas Aranda, de 35 años, realizando tocamientos indebidos en contra de su menor hija de iniciales L.C.L.R., de 12 años. Este hecho habría desatado una discusión entre la pareja, la cual produjo el trágico desenlace en el interior de la vivienda ubicada en el jirón Gregorio Delgado, del distrito de Las Palmeras.
En la escena del crimen, la policía encontró el cuerpo de Rojas Aranda que yacía sin vida dentro de la casa y al fondo, en el patio interno, el cuerpo de su pequeña hija, ambas con signos de haber sido atacadas y apuñaladas.
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Al momento de su huida, el asesino solo dejó una pista, que quedó grabada en las cámaras de video vigilancia, ubicadas cerca de la casa de la víctima. Los vídeos registraron, a las dos de la madrugada, a un sujeto saliendo de la vivienda a bordo de una camioneta de color negro perlado, marca Volkswagen con placa BS-0070, perteneciente a la víctima. Además, llevaba consigo dinero y joyas para aparentar que el hecho de sangre habría sido parte de un robo.

Horas más tarde, la policía encontró el automóvil en el que escapó La Barrera Martínez. El vehículo se hallaba en el interior de una cochera en la región Cajamarca, y el propósito era hacer creer a los investigadores que se había fugado a Ecuador. Desde ese momento no se supo más del paradero de César La Barrera. Ante esta situación, la PNP dispuso días después una orden de captura internacional vía Interpol contra este presunto sospechoso. Y en las redes sociales los familiares de la víctima ofrecíeron la suma de 20 mil nuevos soles de recompensa para la persona que informe sobre el paradero del responsable del doble feminicidio.
La captura
Tras permanecer en la clandestinidad por casi dos meses, la PNP logró la ubicación y captura de La Barrera Martínez la noche del jueves 10 de junio, en el distrito de Surco. Los agentes de homicidios, que seguían al milímetro a este prófugo, estaban a la espera de una orden judicial, pero La Barrera Martínez les facilitó el trabajo al salir de su escondite (la casa de su madre). Los agentes lo capturaron y trasladaron a las instalaciones de la Dirincri.

Controvertida declaración
Los feminicidios contra Jenny Rojas Aranda y su menor hija de 12 años forman parte de las 55 muertes ocurridas en los primeros meses del año. Está demás decir que estos actos deben ser repudiados y condenados en nuestro país y en cualquier parte del mundo.
Sin embargo, no todos repudian estos crímenes de odio e intentan justificar estos actos abominables responsabilizando al Estado. A saber, el caso del candidato de Perú Libre, Pedro Castillo Terrones, que un día después del debate presidencial en Arequipa, consideró que los feminicidios en nuestro país son producto de la “ociosidad generada por el mismo Estado y la desocupación, la delincuencia”. Palabras dichas por Castillo en Puno, adonde había llegado como parte de su gira de campaña. Para el candidato de Perú Libre, los gobiernos deberían enfocarse en la participación de la juventud en actividades de desarrollo productivo.
Pero ¿por qué ocurren?
Un estudio elaborado por la Universidad de Lima y el CIES indica que el riesgo de que una mujer sea víctima de feminicidio aumenta cuando existe previamente una violencia psicológica y física. También señala que estas personas presentan mayores tasas de depresión, como también el consumo de tabaco y alcohol.

Este tipo de crimen se puede desarrollar en tiempos de paz o de conflicto armado, y las víctimas no poseen un perfil de rango de edad ni de condición socioeconómica. Entonces, los agresores pueden ser familiares, enamorados, novios, convivientes, cónyuges, ex convivientes, ex cónyuges o amigos. También puede ser provocado por vecinos, compañeros de trabajo y de estudio; de igual forma por desconocidos para la víctima. De esta manera, tenemos el feminicidio íntimo, el feminicidio no íntimo y el feminicidio por conexión.
Feminicidios en el Perú
Según la Defensoría del Pueblo, en lo que va del 2021 se han registrado 55 casos de feminicidio: 15 en enero pasado, nueve en el mes de febrero, 10 en marzo, 15 en abril y 6 en el mes de mayo. Sin embargo, la cifra puede aumentar, ya que se han identificado 19 muertes de mujeres con características de feminicidio. Estos últimos casos se encuentran en la actualidad en plena investigación.
Durante el primer y segundo mes del año se produjo una reducción de casos, pero después esta problemática no solo incrementó, sino también se volvió recurrente. Incluso si se compara con marzo y abril del año pasado (16 feminicidios), ya se producía un aumento en ambos meses de 2021 (23 casos), a pesar de que abril aún no terminaba.

Además, en 25 de 47 casos (más del 50 %), los presuntos autores de los feminicidios habían tenido una relación con la víctima: parejas, ex parejas, convivientes o ex convivientes. Esta situación preocupa en tanto que los agresores son personas cercanas al entorno de las víctimas y, en muchos casos, pueden agredir no solo a las mismas, sino a parte de su familia.
Cabe indicar que una de las causas de este aumento estaría en el grado de impunidad que existe respecto a estos crímenes. En 2020 se registraron y sentenciaron solo seis casos de los 138 feminicidios consumados (es decir, un 4 %). Esta baja tasa se debería a una falta de celeridad en los procesos, los cuales se ralentizaron a razón de la pandemia del Covid-19.
En cuanto a los casos de 2021, preocupa que los agresores no solo asesinen a sus ex parejas, sino también a los hijos y las hijas de las mismas (se registran dos casos de este patrón en Tarapoto y Arequipa, respectivamente). Asimismo, en seis de los 55 casos (es decir, un 13 %), las víctimas habían sido reportadas previamente como desaparecidas, lo que revela que el sistema de búsqueda de personas no fue efectivo para encontrarlas antes de que sufrieran este desenlace fatal.

Sobre estos hechos, cabe indicar que 23 de los presuntos feminicidas se encuentran con prisión preventiva, dos con comparecencia restringida, 15 están en condición de no habidos, dos se quitaron la vida, en un caso se desconoce al autor y en otro aún no se ha definido la condición del procesado. Sobre ello, la Defensoría del Pueblo exige al SNEJ acelerar los procesos para proporcionar justicia a los familiares de las víctimas y de esta manera evitar la impunidad.
Por otro lado, también resulta preocupante que en lo que va del 2021 hayan ocurrido 52 tentativas de feminicidio y 15 muertes violentas de mujeres. Sobre estos últimos casos, urge una investigación eficaz y con enfoque de género de acuerdo con el protocolo del Ministerio Público, que debe presumir las muertes como feminicidios.