El presidente de la República, Pedro Castillo, y su familia ya se encuentran en Cajamarca, en su natal Tacabamba (provincia de Chota), en medio de las celebraciones tradicionales de Navidad y el nacimiento del “Niño redentor”, tal como se le conoce al niño Jesús en esta región.
Durante estas festividades la mujeres toman protagonismo, pues las “pastoras” o “pallas” alistan huaynos y coreografías alusivas a la Navidad. La comparsa se completa con los “pastorcitos” interpretado por niños, quienes acompañan las danzas típicas en todas las plazas de Cajamarca. Al compás de cánticos las comparsas rinden homenaje al nacimiento en vivo, el mismo que es adornado con plantas de la zona.

Antes de la pandemia, era tradicional que se organicen concursos de “pallas y pastorcitos”, donde el ganador se llevaba a casa un monto de dinero o alimentos como el cuy, tradicional para la cena de Nochebuena. Durante la competencia, los jueces también premian a la mejor vestimenta donde el sombrero, el mismo que porta el jefe de Estado, es infaltable.
Para las fiesta de adviento, los hogares cajamarquinos preparan un banquete donde el plato estrella es el picante de cuy con papas o chicharrones con mote. El panetón es reemplazado por bizcochos con forma de bebé, en representación del “niño redentor”, el cual es acompañado con chocolate de cacao y leche fresca de vaca. Mientras en otras zonas como Tacabamba se preparan quesillos con miel de caña.

Los huaynos no pueden faltar, y la música se componen básicamente por tambores y quenas, o también por violines y guitarras. La celebración se acompaña con chicha de jora colorada.
Sin duda, estas son las celebraciones que acompañarán al profesor Pedro Castillo y a su familia en la región norteña, a donde regresó este jueves para pasar las fiestas. Luego se espera que retorne a a la capital para seguir cumpliendo funciones como mandatario de la República.