La Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) emitió un comunicado para dar detalles y aclarar la distribución de las vacunas adiciones de Sinopharm contra la COVID-19.
En esa línea, remarcó que el ensayo clínico fue autorizado por el Instituto Nacional de Salud y con apoyo de la Digemid. Todo según el reglamento de ensayos experimentales.
Por ello, se autorizó el ingreso de dos grupos de vacunas experimentales, es decir, los placebos (codificados) y vacunas experimentales para los voluntarios de la investigación y las vacunas experimentales activas para ser administras al personal del estudio y otros profesionales involucrados en el desarrollo de la misma.
“En el protocolo del ensayo se establece: China National Biotec Group (CNBG) Sinopharm enviará un lote adicional de 3200 dosis de vacunas para ser administrado voluntariamente al equipo de investigación y personal relacionado al estudio. Esto no se considera actividad de investigación y no se recolectarán datos con propósitos de análisis“. En pocas palabras, que se pudieron vacunar de manera voluntaria pero no se tendría información sobre la eficacia de la vacuna.
En esa línea, UPCH sostiene que las vacunas fueron administras al personal del equipo de investigación y personas relacionadas al estudio que aceptaron de manera voluntaria. “La decisión de a quienes se administraba esta vacuna fue tomada por el equipo de investigación”, detalla la carta.
Finalmente explica que la investigación no es “financiado con fondos públicos” y que se ponen a disposición para colaborar con las investigaciones.