La pandemia causada por el virus del SARS-CoV-2 no salo ha generado cientos de miles de contagios y muertes en nuestro país, también ha logrado afectar a nuestra economía, al punto que millones de peruanos quedaron sin empleo. Esto ocasionó el alza de la informalidad laboral.
La informalidad laboral se ha elevado por encima del 75 %, afectando a 11.2 millones de peruanos, alcanzado niveles similares a los registrados en el año 2011. Una década después, la mayor cantidad de trabajadores informales se sigue encontrando en el rubro independiente, que representa al 46% de la población.
Después de este universo laboral, están los trabajadores asalariados (empleados u obreros) con un 32 %, los trabajadores familiares no remunerados (18 %), los empleadores (2 %) y los trabajadores del hogar (2 %).
Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), se sabe que en la última década (2010-2019) la informalidad laboral promediaba el 74 % de la población ocupada. En ningún año de ese decenio descendió por debajo del 70%.
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Las causas de la informalidad laboral podrían ser múltiples, desde “una economía que no puede absorber la mano de obra disponible (demanda laboral), pasando por una elección propia del trabajador, dado que existen demasiadas trabas burocráticas para la formalidad, hasta por razones culturales”. Sin embargo, con la llegada del Covid-19 y las medidas de confinamiento por parte del Estado, muchas empresas dejaron de operar, lo que suscitó el despido de miles de trabajadores, de los cuales un buen porcentaje pasó de lo formal a lo informal mediante la creación de sus propios negocios.
Sector informal
Las regiones más afectadas por el incremento de la informalidad son las siguientes: Pasco con una tasa de 78 % a 87 % y Madre de Dios pasó de 79 % a 84 %, que también presentaron la mayor reducción del ingreso promedio de sus trabajadores en 30 % y 17 %, respectivamente en el 2020.

Cusco es otra de las regiones que se ha visto afectada debido al descenso del turismo. Ahí la informalidad aumentó en un 8 %, alcanzando una tasa de 90 %. En este sector, los trabajadores informales sumaron alrededor de 9.4 millones de personas, de los cuales el 99 % labora en empresas o negocios de hasta 20 trabajadores. En el 2020, la tasa de informalidad laboral se elevó en 84 %, cifra superior al 78 % que promediaba en la última década.
Este grupo está distribuido en un 58 %, mediante trabajadores por cuenta propia (empleadores o independientes) que laboran en actividades agropecuaria, comercio y transporte; le siguen los trabajadores familiares no remunerados (21 %), de los cuales casi las tres cuartas partes de los mismos se desempeñan en la actividad agropecuaria; obreros (18 %) que laboran en la actividad agropecuaria, construcción y manufactura; y empleados (3 %) que principalmente participan en comercio, alojamiento, restaurantes y otros servicios.
Debido a su representatividad, es importante estudiar a los trabajadores independientes no agropecuarios que son casi el 33 % de la informalidad en el sector informal.
De este grupo se indica que el 53 % no sacó RUC, pues no lo considera necesario; y que el 33 % no lo hizo por considerar que su negocio es pequeño. Dentro de los que no sacaron RUC, el 55 % trabaja sin local (ambulantes, en el domicilio de los clientes, puestos improvisados o vehículos para transporte) y el 45 % trabaja en local (dentro de las habitaciones de su vivienda, en talleres comerciales, mercados públicos, etc.).

A su vez, para los que usan local, el panorama es el siguiente: el 65% tiene uno propio, el 17% lo alquila y el 18% lo posee prestado. Finalmente, la informalidad en los que no tienen local alcanza el 93 % mientras los que sí lo tenían disminuyó hasta el 75%.
El Iedep considera que para formalizar los negocios de este segmento se requiere de incentivos para los trabajadores por cuenta propia, de la misma manera para las empresas que contratan asalariados (principalmente microempresas) y para los empleadores de los trabajadores familiares no remunerados.
Sector formal
En este sector de la formalidad se contabilizaron alrededor de 1.8 millones de trabajadores que pasaron a la informalidad, de los cuales el 52 % son asalariados en empresas de hasta 20 trabajadores, principalmente en las actividades como comercio y manufactura; mientras que el 12 % son asalariados en empresas de 21 a 100 trabajadores, concentrados en los sectores de construcción y manufactura. La remuneración mínima sería una de las razones que generaría esta mayor informalidad.

Regiones con mayor incidencia de informalidad
En el 2018, según el INEI y la Enaho, las regiones que presentaron las tasas más altas de empleo informal fueron Huancavelica (91,4 %), Cajamarca (89,3 %), Apurímac (88,0 %), Puno (87,6 %) y Huánuco (87,3 %). En 2019 no hubo mucha variación, Huancavelica, Cajamarca, Ayacucho y Puno, con niveles del 91,3 %, 90,1 %, 88,9 % y 88, 1%, respectivamente. Además, todas estas regiones siguen presentando altos niveles de pobreza monetaria.