Melissa Alfaro Méndez tenía 23 años cuando la asesinaron. Pasaba sus días en la entonces Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza y el semanario Cambio cuando un sobre dirigido para el director de sus centro de trabajo acabó con su vida.
Melissa entró como practicante al semanario Cambio, fue un reto para ella, era el primer medio que le ofrecía pasajes y almuerzo, era subir un peldaño en esta difícil carrera, aunque también significó dejar su querida vivienda de Ventanilla por la casa de su tía en Jesús María, para estar cerca de Bausate y de su trabajo a la vez. Su madre la recuerda como una mujer apasionada, solidaria, amistosa, generosa y agradecida por todo lo que Dios le dio, pese a las adversidades que afrontó en el camino, entre ellas la separación de sus padres.

Al poco tiempo de haber ingreso al semanario, Melissa se convirtió en jefa de informaciones de Cambio, un medio que resultó incómodo para el gobierno de Alberto Fujimori por sus publicaciones y cuestionamientos a la gestión. La mañana del jueves 10 de octubre de 1991, la estudiante de periodismo llegó a la redacción del semanario, recogió unas libretas y se dirigió al Congreso de la República para conseguir mayores apuntes sobre una acusación constitucional contra el expresidente Alan García.
Al regresar al semanario, en el segundo piso de un edificio de la cuadra 23 de Petit Thouars, recogió la correspondencia, entre los sobres, uno tenía 200 gramos de anfo gelatina. La joven, como jefa de informaciones, abrió las cartas. Alrededor de las 2.30 p.m., el aparato explosivo detonó, Melissa había abierto el sobre bomba que tenía como destino a su jefe, perdió la vida instantáneamente. A los minutos, Norma Méndez se enteró de lo sucedido y no pudo creer que su hija murió.
Cuando llegó al lugar, los policías, con un tono déspota, no le permitieron ingresar al lugar. Luego de minutos de gritos y reclamos, la madre pudo entrar a la redacción y reconoció el cadáver, la niña de sus ojos se le había adelantado.
Desde ese momento, desde ese trato hostil de los agentes policiales, comenzó su lucha por obtener justicia, justicia para su hija, para aquella ‘Calichina’, apodo que se ganó entre los colegas de ese entonces. Luego de una semana, Fernando Alfaro Venturo, padre de la periodista, presentó una denuncia ante el Ministerio Público, que fue trasladada a la 17° Fiscalía Provincial Penal de Lima. El autogolpe de Estado del 5 de abril de 1992 borró cualquier indicio del caso.

Asimismo, el 15 de octubre de 2009, la Fiscalía de Derechos Humanos dispuso formalizar denuncia penal contra el expresidente Alberto Fujimori, el exasesor Vladimiro Montesinos, Julio Rolando Salazar Monroe y Pedro Edilberto Villanueva Valdivia, como autores mediatos; y contra Víctor Penas Sandoval como autor directo de la comisión del delito contra la vida, el cuerpo y la salud, homicidio calificado.
El 26 de febrero de 2010 se dio inicio a la etapa de instrucción en el Primer Juzgado Penal Especial, etapa que a la fecha sigue vigente.