“Ningún alimento debe generar miedo, ni rechazo, menos una sensación negativa o un mal recuerdo. Comer debe ser un momento plácido”, dice con convicción la nutricionista Erika Mora, quien le relata a CARETAS sobre su experiencia con sus pacientes que se han reconciliado con uno de los gustos mayores de la vida: comer.
Al respecto, consultada sobre su pasión por la nutrición, Erika señala que “en la universidad aprendí mucho más de lo que significa la nutrición. No es solo un elemento estético, como suele pensarse. Una buena alimentación resulta clave para el desarrollo de las personas y cada cual tiene un organismo distinto, es decir, una atención especial. Eso es lo que también me apasiona, porque aprendo de mis pacientes y me satisface ver sus progresos”.

Ningún alimento debe generar miedo, ni rechazo, menos una sensación negativa o un mal recuerdo”. (FOTO: VÍCTOR CH. VARGAS).
“He tenido pacientes con malas experiencias en sus dietas y me alegra que se hayan reconciliado con la comida. Comer mejora la calidad de vida. Comer sano no debe ser restrictivo”, subraya Erika, quien no duda en criticar los discursos sobre la alimentación —comer menos es saludable, a saber— que no tienen en cuenta el equilibrio que debe haber en la misma. “Puedes comer lo que gustes, pero siempre con un balance y si hay una asesoría profesional, mucho mejor. Hoy en día hay personas que hablan de nutrición y no tienen la preparación adecuada”, dice la nutricionista sin ocultar su preocupación.
En su visitada cuenta de Instagram, Erika, aparte de compartir su conocimiento, también borra mitos sobre los carbohidratos, tan temidos y con mala propaganda —basta ver lo que se pasa en medios al respecto—, a los que reivindica o, para ser más precisos, desagravia.
“Los carbohidratos son nuestra fuente de energía, solo hay que evitar el exceso, pero no dejar de comerlos. Muchos de mis pacientes se sorprenden de mis planes de alimentación, con arroz y pastas, por ejemplo”.
Prueba de lo dicho: las muestras de agradecimientos de sus seguidores y pacientes.
Y manda un mensaje a tener en cuenta: “No hay que dejarnos guiar por las dietas de moda”.
Te haremos caso. A comer, entonces.