A finales de 2022 e inicios de este año, pudo verse en la Galería Martín Yépez del Centro Histórico de Lima, la muestra colectiva Aquelarre de Eu Tazé. Karol Roots y Julia Ziolek. Una exposición que dejó certezas sobre la solidez de las propuestas (estética, discurso visual y empoderamiento de la mujer, a saber) y expectativas en cuanto a lo que cada una de ellas hará en el futuro.
En el caso de la alemana Julia Ziolek, los floripondios fueron centrales en la configuración de su poética, la cual se canalizó en dos ejes de transmisión: la fuerza de la mujer y el compromiso con el medioambiente, en este caso la Amazonía.
Conozcamos un poco más a Julia.
—¿Desde cuándo vives en Perú y qué es lo que gusta más del país?
Vivo en el Perú desde el año 2011. Me gusta mucho su diversidad. Es un lugar que inspira. Tanto su naturaleza como su cultura.
—¿Desde cuándo tienes apego por el arte?
Desde la adolescencia. En mi bachillerato llevé cursos de arte también. Luego cursé diferentes estudios pero al final siempre regresé al arte.
—En tu obra plástica, se percibe la confluencia de los siguientes factores: la naturaleza y la preferencia por el color azul.
Se debe a la técnica antigua alternativa de fotografía análoga que fue creada en el año 1842 y que se llama cianotipia. El proceso se basa en dos componentes químicos: citrato férrico amoniacal (III) y ferrocianuro potásico, que al exponerse a la luz genera tonos azules (cian, celeste saturado de tonalidad media), por eso también el nombre. Además, al respecto hay un dato importante para destacar: la botánica inglesa Anna Atkins, experimentando con esa técnica, se convirtió así en la primera fotógrafa de la historia. En cuanto a la naturaleza, ella naturaleza siempre ha sido mi fuente de inspiración.
—¿Qué te genera la imagen de floripondio, presente en tu obra?
El floripondio es una planta mágica. Se dice que es protectora y ahuyenta las malas energías. Es una planta nativa de los Andes de América del Sur. Tiene una belleza rara, su arbusto es torcido y su fragancia es dulce y casi embriagadora. Sin duda, es una planta que me atrae mucho. La magia y el espíritu de las plantas son claves para la lectura de mi obra.

—En tu obra, está también el empoderamiento de la mujer.
Que las mujeres se convierten en creadoras y que forman un rol activo en el cambio de su propia realidad y además en la sociedad, es mi esperanza principal como artista. Que nos atrevamos a pensar diferente, ser valientes y usar nuestra inteligencia es fundamental en ese proceso. Las mujeres tenemos una conexión fuerte con la sabiduría de la naturaleza. Eso se ve reflejado también en mi obra.
—En ese sentido, ¿qué significa la Amazonía para ti?
La Amazonía es un lugar de mucha importancia a nivel mundial. Por algo se la denomina el ‘Pulmón del Planeta’ y además mantiene un equilibrio climático. Su gran biodiversidad la convierte un lugar único. Al visitar los bosques se siente la energía de la vida. Es un tesoro muy renovador y regenerador para mí. Me gustaría que haya más gente que reconozca la importancia de su protección para toda la humanidad.