Objetivo logrado.
La ciudad imperial del Cusco fue sede de una tarde de fútbol, goles y emoción en donde el Cienciano derrotó a Santos FC de Nazca logrando así, tras cuatro años de ausencia, el tan ansiado ascenso a la primera división del fútbol peruano.
El encuentro se gestó para las tres de la tarde, pero los hinchas llegaron desde temprano. Había confianza en la victoria. Cienciano es el único equipo peruano con dos títulos internacionales, la Copa Sudamericana 2003 y Recopa 2004 ante los poderosos clubes del país del río de la plata River Plate y Boca Juniors.

Ni Universitario de Deportes, ni Alianza Lima, ni Sporting Cristal, los más pintados del fútbol peruano profesional, tienen este mérito.
Tras el pitazo inicial, la escuadra cusqueña salió de forma decidida a anotar. El primer gol se gritó a los dos minutos tras un certero cabezazo de Breno Naranjo. El Estadio Inca Garcilaso de la Vega y, al menos 30 mil fanáticos estallaron de alegría.
Al minuto 14, el volante Rudy Palomino anotó el gol de la confianza con un potente remate de fuera del área que fue se introdujo en el ángulo izquierdo de la portería iqueña defendida por Julio Aliaga.
La tercera anotación llego por obra del mismo Breno Naranjo con un potente remate de izquierda. Las tribunas vibraron.
Durante la segunda mitad, José Cuero convierte la cuarta con lo que se consolidaba el regreso de los cusqueños a primera división. Santos no se dejaría vencer así de fácil y alcanzó su primer gol a los 84 minutos de la mano del jugador argentino Mateo Ahmed y tres minutos después por su compatriota José Alfani, aunque dichas anotaciones no consiguieron poner en peligro el ascenso del cuadro rojo.
En la tabla de posiciones, Cienciano y Santos llegaron al encuentro en Cusco con solo un punto de diferencia, con 41 y 40 respectivamente, por lo que el partido era definitivo.

En el estadio lleno, Kevin Ortega señaló que el ascenso directo a la Liga 1 ya no era una ilusión, era una realidad. Las cuatro tribunas del coloso coreaban los nombres de sus héroes, que disfrutaban del mágico momento. Una inmensa copa de cerveza fue saboreada por el comando técnico y jugadores en señal de gloria.
La fiesta se mudó a la Plaza Mayor. Una gran multitud esperaba a los campeones y un bus panorámico transportó a la delegación imperial. Fueron aplaudidos y admirados por los hinchas. Así, el equipo dejó atrás cuatro años de estar en una liga inferior para celebrar su retorno.
El siguiente objetivo, campeonar en primera y repetir la victoria internacional.