Icónico músico peruano Tavo Castillo, de la banda Frágil, recibe a CARETAS en su casa de Breña para hablar de las celebraciones que aún se siguen realizando sobre la emblemática canción “Avenida Larco” y de los valores en los que sustenta su relación con la vida y la música, que en su caso, sería lo mismo.
—Con una trayectoria reconocida, como solista y como parte de Frágil, ¿sientes que has hecho todo lo que has querido a tus 67 años?
Me hubiera gustado hacer un poco más y creo que tengo tiempo de hacer algunas cosas. Lo que sí considero es que estoy dejando un legado musical para mis hijos. Tocamos juntos, nos divertimos bastante. Con ellos llevo un proyecto instrumental desde el 2005. Además, tengo varios temas que estoy trabajando para un segundo disco y es posible que saque en vinilo de mi trabajo Ensueños y el que viene, que creo que se va a llamar Sigo soñando, sería para el próximo año.
—¿Te asumes como una figura del rock peruano?
De alguna manera sí, pero no baso mi trayectoria en eso. Primero soy yo como persona y luego lo que he logrado ser como artista.
—Cuando uno mira/ve a Frágil, se percibe una función, digamos, histriónica en cada uno de los miembros de la banda sobre el escenario. Lo tuyo sería el equilibrio.
En realidad, has dado en el clavo. Porque en mi aporte a la banda, siempre he propiciado la unión, la confianza y la amistad. Me gusta que las cosas se tomen de la mejor manera posible, que sea la más democrática.
—En especial con una banda que ha tenido varios cambios desde que se fundó.
Hemos tenido muchos cambios, tanto de músicos y cantantes. Tratamos de que la persona que toma el puesto, tenga a Frágil de alguna manera como parte de su vida. Todos los cantantes que hemos tenido han sentido una conexión con la banda. Por ejemplo, la primera banda que vio Alex Rojas fue Frágil, gracias a su padre Gerardo Manuel.
—¿Recuerdas tu primer contacto con la música?
Mi primer instrumento fue un bongó. Había un programa de televisión, que se llamaba High Life, que daba cuenta de la vida de la high life limeña. En la introducción de High Life alguien tocaba un bongó. Tenía ocho años. Lo que vi y escuché me rompió el cerebro.
—¿No había músicos en tu familia?
Sí. Mi padre cantaba, era un cantante de oficio. Mi abuela paterna también se dedicaba a la música y la danza folclórica. Mi padre y mi abuela bailaban en algunas presentaciones cuando era pequeño. Pero ese bongó que vi en ese programa resultó importante para mi interés en la música.
—¿Imaginaste lo que generaría “Avenida Larco”, la canción que ha colocado a Frágil en el imaginario peruano del siglo XX?
Creo que jamás ninguno de nosotros pensó eso. Pero también es cierto que, así como no anhelábamos llegar a tanto, al mismo tiempo creíamos que sí. Seguimos para adelante, siempre hemos luchado para que la banda no desaparezca. Si hubo periodos de tiempo en que no se escuchaba de nosotros, pues estábamos acá, ensayando, componiendo, preparando a otro cantante. Como grupo nos caracteriza ir contra la corriente. La corriente decía que la banda debía de morir y seguíamos aquí, perfeccionando nuestra música.
—La base de Frágil es el rock progresivo. Tengo entendido que nunca han salido de esa línea.
No. En un momento, cuando trabajamos con Piñín Delgado, se intentó hacer new wave pero siempre manteniendo nuestra base progresiva. Eso es lo máximo que hemos hecho fuera de nuestra esencia progresiva.
—¿Qué banda progresiva fue la más influyente para ustedes?
Genesis fue la banda más influyente para nosotros. En un principio Yes, luego Genesis en la etapa de Peter Gabriel específicamente. Antes de ello, tocábamos covers de Rolling Stone, Grand Funk Railroad, Jethro Tull… Curiosamente, no tocábamos Beatles. De pequeño tuve influencia de los Beatles, por su tercer disco. Fue una base musical que luego perdí la ruta. Hasta que apareció Yes. Después apareció Genesis que para el momento me parecía multimedia: música, danza, teatro. Para mí fue como si escuchara a Beethoven y Bach.
—¿Quién de la banda determinó este estilo?
Este estilo salió de todos. Escuchábamos la misma música, éramos del mismo barrio y estábamos poseídos. Cuando nos reuníamos para escuchar música, era un momento sagrado. King Crimson fue también una revelación. Éramos amigos de barrio. De esa experiencia salió el nombre de Frágil, por el sonido de la música. Un estado de ánimo es muy frágil también.
—¿En qué se diferenciaban de las otras bandas peruanas?
Lo que hicimos fue cantar en español. En esa época la gran mayoría de bandas cantaba en inglés. Para nosotros fue vital expresar lo que sentíamos, las inquietudes que teníamos en esa época en español.
—Desde 1981, “Avenida Larco” les cambió la vida.
Definitivamente, “Avenida Larco” nos cambió la vida. Hasta antes de ese éxito, éramos un grupo underground, con un perfil bajo, pero teníamos mil seguidores que llenaban los teatros y los cines donde nos presentábamos. La canción apareció en un momento preciso porque servía de cuña en los espacios de los canales de televisión, que tenían huecos en la programación porque se les estaba devolviendo a sus dueños los canales. Esas cuñas eran siete u ocho veces al día. “Avenida Larco” es un clásico, un fenómeno que sigue sonando y las nuevas generaciones también lo toman como parte de su legado musical.
—Algunos señalan que Frágil es la banda más completa en la historia del rock peruano.
En la historia del rock peruano hay bandas muy completas, como Traffic Sound, Los Saicos, Telegraph Avenue y otras más. Posiblemente nosotros fuimos una banda que dio un plus más, que fue el castellano en la música progresiva. La parte musical siempre ha sido uno de los puntos más importantes porque venimos de la formación clásica. Prefiero que lo digan otros si somos o no la banda más completa.
—Pero tienen el mayor reconocimiento: el aprecio de la gente.
Siento el cariño de la gente. Es algo que no tiene precio.

—¿Cuánto ha cambiado Tavo Castillo?
No he cambiado. Sigo siendo feliz porque hago música. Y en mi casa también, he criado a mis hijos de la puerta hacia dentro. Mi casa es un templo. Aquí no se escuchan gritos. Para mí son bases de vida, un sentimiento de cariño que he brindado a mis hijos y a toda la gente con la que hago música.
—Un artista no es ajeno a su contexto inmediato. ¿Te han ofrecido algún cargo político?
Básicamente he tratado de ser apolítico. Me han ofrecido muchas veces cargos políticos, como tener un puesto en la Municipalidad de Breña. Pero es pisar un palito muy peligroso. La política en general es muy cochina para mí. El ambiente que vemos hoy da pena. Hay más pobres cuando se prometió que se lucharía contra la pobreza. Procuro estar desconectado.
—Empezaron a hacer música en años muy inestables en todo el sentido de la palabra. ¿Lo que se vive hoy es más inestable que aquella época (finales del 70 e inicios del 80)?
Antes era más inestable. No sabíamos lo que podía pasar porque aparte de la crisis económica también estaba el peligro de las bombas. Podías estar en un concierto ante miles de personas y se iba la luz porque volaban una torre eléctrica. Llegamos a llevar con nosotros un grupo electrógeno si en caso no teníamos luz en los conciertos.
—Cuando dicen que eres el músico místico de Frágil, ¿cómo lo tomas?
No me molesta que me digan el músico místico de Frágil. Soy muy consciente de mis valores de vida. Soy la misma persona, digamos que siempre me he mantenido en estado zen. Yo fumé mucha marihuana y eso hizo que superara muchos traumas que tenía. Mis padres estaban divorciados desde que yo tenía dos o tres años. Me di cuenta de que vivimos en un sistema que nunca ha funcionado. Un sistema que te desgasta y te deshecha. Te hacen pensar que la mejor vida es tener tu departamento, tu carro, tu casa en la playa, tu buena cuenta de ahorros. Eso no es lo vital. Lo vital son los sentimientos, los valores. No fumo desde hace mucho tiempo, si quiero relajarme, lo hago con una cervecita.
—Lo que señalas sobre “lo mejor de la vida”, se lee también como que no es necesario lo material para que uno esté bien.
Exactamente. No es necesario ser millonario, hay que ser millonario de sentimientos y valores. Cuando vas tras el dinero, lo material, siempre vas a tener un séquito que te querrá chupar la sangre.
—¿Cómo se llevan con Andrés Dulude?
Andrés es un excelente amigo, un excelente cantante. Es un gran profesional y podemos dar fe de ello. Pero Andrés nunca ha tenido un apego a algo fijo, solamente a sus trabajos. En algún momento pudo tener un apego a Frágil, pero no con la fuerza que sí teníamos los que formamos la banda. Andrés era más realista, nosotros éramos más idealistas.
—En las redes es muy activo, recomiendas/compartes música. ¿Alguna banda que recomiendas?
Uso las redes para compartir música. De las bandas que vengo escuchando: Chaivers, de la que soy hincha también. Me gusta la personalidad de la banda. Percibo su unión, su compenetración musical que me recuerda a Frágil. Laguna Pai también me gusta, no soy muy de reggae, pero me gusta lo que hacen.
—¿Qué consejo le darías a un joven músico?
Le diría que estudie pero que no se cuadricule. Que luche por sus sueños. Por su música. No hay que dejar de tener cariño por la música. Que sienta y se emocione al hacer su música. Si no hay compromiso con la música, hay otras cosas que hacer.
—Tu pasión por la música se traduce en la cantidad de instrumentos que tocas.
Soy muy entregado a los instrumentos musicales. Tengo mucha curiosidad por el sonido de las cuerdas, los vientos. Tengo tres cuartos llenos de instrumentos.