A pesar del machismo reinante, las mujeres peruanas han logrado conquistar un espacio (pequeño todavía, pero creciente) en los diferentes géneros literarios: la novela (desde Clorinda Matto y Mercedes Cabello), el cuento (desde las tradiciones de Clorinda Matto y las narraciones de Lastenia Larriva) y la poesía (desde Magda Portal). Sin embargo, hasta ahora siguen siendo inexistentes para la casi totalidad de muestras y antologías de una modalidad textual que se encuentra en plena ebullición desde fines del siglo XX: el microcuento o microrrelato.
Contra esa marginación se yergue la valiosa selección de ocho autoras que nos brinda Anahí Barrionuevo (un nombre que también debió existir en los créditos del libro) en Una voz que existe (Planeta). Un título jugosamente significativo, ya que rehace el del primer poemario de Blanca Varela (Ese puerto existe), paradigma de una mujer que pulverizó las vallas machistas y se coronó internacionalmente como una de las cumbres de la poesía contemporánea en lengua española. En la carátula se grafica estupendamente el ejemplo de Varela, utilizando su perfil como fondo de las ocho ilustraciones dedicadas a las escrituras elegidas. De otro lado, los textos de Victoria Guerrero despliegan un verso de Varela: “Tú eres el perro”: los protagoniza un perro bautizado como Varela o escuetamente V (que remite a Victoria, ironizando con la V de la victoria). Por su parte, María Luisa del Río dedica un microrrelato a Varela (p. 125).
Permítasenos añadir otra referencia: el vals de Juan Gonzalo Rose, con “Tu voz existe” y no puedo olvidarla. Y es que ya no cabe olvidar los microrrelatos de ocho voces imprescindibles de la literatura peruana actual: las poetas Carmen Ollé, Giovanna Pollarolo y Victoria Guerrero; las narradoras Claudia Salazar Jiménez, Fortunata Barrios y Nataly Villena Vega; y dos conocidas culturas del relato brevísimo, María Luisa del Río (con libros de microrrelatos publicados) y Kathy Serrano (sin libro publicado, pero con microtextos en revistas peruanas y extranjeras).