En el panorama de la literatura peruana última, hay mucha bulla y poca sustancia. Por eso, resulta alentador encontrar una nueva voz, que no solo suscita aprecio literario, sino también curiosidad.
Este es el caso de Mariangela Ugarelli Risi, quien con el cuentario Artilugios (Hipatia) se posiciona como una autora a tener en cuenta.
¿Literatura de terror?
¿Fantasía que transfigura la realidad?
¿Revelación poética en el fragmento?
No: simplemente buena literatura.
Algunas de las señas acabadas de indicar, podrían llevar al lector a pensar que nos referimos a la literatura de género, que aún es asumida por “algunos” como un asunto menor. Al respecto, Ugarelli precisa:
“Efectivamente, sí hay una tendencia a creer que la literatura de género, por tener raigambre popular, no necesita de mucho trabajo en el lenguaje y que los libros funcionan igual. En el caso peruano, se cree que la literatura de género no tiene tradición, que sí la tiene. Hay un ocultamiento de la literatura de género en Perú en favor de la literatura realista”.
Y enfatiza:
“Siempre ha habido literatura de género en Perú, intentos por hacer literatura fantástica. No como en Argentina, en donde se difundía más, en revistas masivas como Caras y Caretas. La historia de la literatura peruana le ha hecho poco favor a la literatura de género”.

Sobre el uso de este registro en su obra, Ugarelli dice que “no he tenido problemas. Empecé a escribir a los 11 años y a los 14 supe que quería dedicarme a la escritura. Por un tiempo pensé que la literatura de género era menor, pero no, la literatura de género es tan artificiosa como el realismo”.
Cuentos como “La rebelión de las cosas”, “Nadie piensa en el pez globo” y “Solarum” revelan una estética en la forma, en diálogo con las tradiciones tutelares de las distancias cortas.
“Siempre he pensado el cuento siguiendo la poética de Poe, que la sigue también Quiroga. En el cuento puedes controlar la historia, el núcleo, como lo hacían Cortázar y Borges. Yo entiendo el cuento así: en mi mente la idea, la textura, la intención, la atmósfera, el ambiente que quiero crear dependiendo de la idea, en términos de la trama, el estilo. La idea ya está previamente elaborada”.
Una impresión de la que Ugarelli no es ajena: por su forma de vestir, no pocos creen que su obra viene marcada por una pauta: la de ser autora de literatura de terror.
“Hay una sobrestimación cuando alguien me ve, porque cree que mis cuentos van a ser de cierta forma, como de terror. No es así. Escribo lo que me gusta y leo lo que quiero leer. También tengo una obra plástica, que no dialoga con lo que escribo. No es que tenga una proyección de mi persona hacia el resto de mi producción. El color negro es mi color favorito, me atrae la estética de la oscuridad, es una forma de apreciar la vida teniendo en cuenta el aparato de la muerte. Dentro de mi apreciación por la vida: la tierra y los animales. Eso me parece más importante, porque tiene más coherencia con mi obra literaria y plástica”.
Atentos a Mariangela Ugarelli.