La voz de Santiago Muñoz Machado, quien desde el 2018 se desempeña como director —el trigésimo primero en 300 años— de la Real Academia de la Lengua Española, se manifiesta entusiasta cuando habla de la riqueza del español y firme cuando se trata de defenderlo.
Muñoz Machado conversó con CARETAS de este aspecto, también sobre el próximo Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) en Cadiz – inicialmente programado para llevarse a cabo en Arequipa del 27 al 30 de marzo, pero se suspendió por la actual convulsión social— y del gran reto que significa la difusión de la lectura.
—¿Qué piensas cuando piensas en el idioma español?
El español es una manera bellísima de comunicarse y hay que cuidarlo. Procuro desde la RAE que las reglas generales del idioma se cumplan. Defiendo esta lengua que realmente merece la pena. Soy un admirador de la lengua que hablamos.
—¿Uno de los ejes temáticos del próximo CILE?
Vamos a repasar todas las asechanzas y problemas que tiene el español en la actualidad. Nuestro argumento principal es el mestizaje y la interculturalidad. Abordaremos el español y su relación con otras lenguas: el español con las lenguas amerindias —originarias—, el portugués, el inglés, las lenguas ibéricas y las de nuestros vecinos árabes. Este es un tema que nos interesa muchísimo desarrollar y discutir.
—¿Sobre el uso del español en las redes?
Este tema del español en las redes es uno de nuestros retos. Vemos una alteración de las formas asentadas del idioma por las prisas, por inventar una nueva gramática, pero estas particularidades de la red no trascienden la red. No he visto a nadie que hable cortando las sílabas hasta el momento. Si llegara a haber una alteración significativa, la RAE tomará nota y tratará de adecuar su doctrina a las nuevas circunstancias. La lengua evoluciona muy lentamente, no creas que las novedades verbales de nuestro tiempo impactan de una manera radical. Tenemos equipos en todo el mundo, que nos dan cuenta de las novedades que hay.

—No pocos dan por muerto al libro.
Soy de libro en papel, me gustan los libros como herramienta y como objeto. Me gusta la belleza de la presentación del libro, su cubierta y su diseño. Pero esto no es lo más importante.
—¿Y qué es lo importante?
El problema es que la gente no lee. La lectura está cayendo. La lectura es el ejercicio básico que tiene que hacer cualquier persona culta para hablar y escribir con corrección. No se puede manejar bien el idioma si no se lee. No importa si es con libro o una tablet. El soporte de la lectura es lo que menos debe importar.
—Al respecto, ¿qué te preocupa más?
Me preocupa mucho la falta de lectura de los niños y jóvenes en la actualidad. Muchos no han visto un libro, sus familias no le dan importancia en casa. Prefieren las maquinitas de moda. Hace poco un grupo de profesores madrileños se reunió conmigo para conversar sobre la difusión de la lectura y me dejó la horrible sensación de que se justifica la no lectura porque hoy los chicos son nativos digitales, porque su cultura es otra. Pero ellos tampoco manejan bien las herramientas digitales, porque solo usan WhatsApp y entran a las redes.
–Su uso se reduce a eso nada más.
No aprovechan esas herramientas para acceder a la cultura. Es un drama porque usan esas herramientas para entretenerse, para maltratar el idioma. Sé que hay Gobiernos comprometidos con la lectura pero aún hay mucho por hacer. Hay que acercar la lectura a los niños. Hay que cultivar la afición.
–¿Empezando por los clásicos?
No me preocupa que no lean a los clásicos, que los puedes leer a cualquier edad, pero sí me gustaría que empiecen a leer. Hay que motivarlos, contarles aspectos de la vida de nuestros grandes escritores en español. Hay que hablarles de la vida de Cervantes, por ejemplo.
—Pregunta sencilla, pero clave. ¿Qué es la lectura para ti?
Principalmente, es la conservación de nuestro nivel cultural.