“Felicidad”, dice Ángela Delgado sobre lo que deja cada año el Hay Festival de Arequipa. “Nos encantaría que exista una herramienta para poder medir el contento y la alegría de la gente en esos días. Por eso estamos seguros que el medidor subiría muchísimo más durante los días del próximo festival”.
Desde que comenzó en el 2015, este encuentro cultural se ha caracterizado por su variedad temática. Aquí se habla de literatura, arte, filosofía, ciencia y actualidad. Esta dinámica viene dejando, desde hace ocho años, grandes réditos a la Ciudad Blanca. Tan solo en el 2019, último año del Hay antes de la pandemia, “el festival cerró con un impacto mediático de casi nueve millones de dólares”.
Este año, y después de dos años de obligada ausencia, el Hay Festival regresa a la presencialidad. A pesar de lo complejo que ha sido lograr los fondos para organizarlo, Ángela asegura que ella y el equipo de trabajo sienten “una emoción fuerte y grande”. Además, con los patrocinadores se ha logrado una alianza “de mutuo beneficio” y por supuesto con extensión a la comunidad.
Lo que caracteriza a la edición de este año es la “reflexión respecto a la situación mundial, a la coyuntura política, social cultural y económica”. Habrá varias sesiones destinadas a este tipo de análisis. Además “veremos asuntos de igualdad”, dice Ángela. “Es importantísimo que a través de la conversación se analice y se evalué qué sentido le damos a la igualdad, a la democracia, no solo en el Perú sino en el mundo”.
Como gestora cultural, Ángela tiene la esperanza de que las autoridades recientemente elegidas en las elecciones municipales y regionales puedan darse cuenta de que la cultura es capaz de generar inmensos réditos a la ciudad. No solo por el turismo, sino “en la propia alimentación del cerebro de la población, porque no hay duda de que te rinde frutos a mediano y largo plazo. Es básicamente abrir la mente de las personas, es el reconocimiento del otro, algo que lo tenemos olvidado”. Es más, “ya es insostenible que cada cuatro o cinco años nos sintamos avergonzados de las autoridades que elegimos”.