Hace diez años, María Luisa Málaga, entonces Presidenta de IRTP, convocó a Bartola para un casting para conducir un programa criollo, lo cual fue una sorpresa para nuestra intérprete, porque, modesta como es, le parecía increíble que hubieran pensado en ella para eso. Sabía que habían pasado otras personas antes y no se sentía muy convencida de aceptar el reto de hacer algo que nunca había hecho antes, hasta le parecía gracioso eso de casting, pero la convencieron de que no tenía nada que perder y lo hizo. “Cuando me llamaron para decirme que yo había sido la elegida, me pareció irreal y no lo creí, sino hasta que firmamos el contrato”, recuerda.
Patricia Dajes, productora del programa hasta el año pasado y representante de Bartola hasta ahora, presentó un proyecto, con lo que querían que sea Una y mil voces, secuencias y libretos incluidos, no hubo nada que corregir y hasta fue aplaudido por el desaparecido Luis Repetto, quien ya formaba parte del staff de TVPerú. Así comenzó la aventura del único programa de música criolla que hay en la televisión peruana y que en estos días está cumpliendo su décimo aniversario.
“Yo estoy muy agradecida a la vida por esta oportunidad de poder compartir con mis colegas artistas y con el público, todo el amor que tengo por lo nuestro. Me satisface saber que hemos sido un semillero, porque con Patricia, nos hemos inventado de todo: festivales, talleres, mil cosas, para darle a los talentos nuevos la posibilidad de pisar un escenario. Y lo más lindo es que hay chicos que han comenzado con nosotros a los 10 años y ahora tienen 20 y siguen en la música criolla, no se han ido. Les hemos contagiado este sentimiento. Eso es muy gratificante”, afirma Bartola.
Hace casi tres años se sumó a la conducción de Una y mil voces, Marco Romero y desde el primer día, surgió una gran química con Bartola. Él aportó un poco más de lo contemporáneo y fue el balance perfecto con todo lo tradicional que representa Bartola. El mismo balance que vemos en secuencias tan diferentes como Aquí hay talento que da oportunidad a gente joven no, necesariamente, profesional y La joya criolla, que nos presenta videos antiguos de artistas tradicionales.
“Todo fluyó desde el comienzo, hay muy buena onda entre los dos que, creo, se transmite cuando estamos en el aire. Y para mí estar al lado de Bartola, que es un personaje que yo siempre he admirado, ha sido un aprendizaje constante. Me he enriquecido muchísimo con el verdadero criollismo”, comenta Marco.
Pero el décimo aniversario, los agarró en plena pandemia y con un formato que se ha tenido que adaptar a la situación, ya que desde que comenzó toda esta pesadilla, decidieron hacer el programa por zoom, cada uno desde su casa, pero sin perder el entusiasmo. Y aunque parezca mentira, el programa ha ganado en varias cosas, la más importante es que, gracias a la tecnología, ahora podemos ver a artistas de todo el Perú, que mandan su video desde su provincia y que, de otra manera, no podrían haber llegado a verse en un espacio a nivel nacional.
No es fácil, porque tienen que ver muchos videos que les envían de todas partes y elegir los mejores, pero confiesan que, muchas veces, han quedado gratamente sorprendidos con intérpretes extraordinarios que ni sabían que existían. Por otro lado, además del programa que se emite los domingos en canal 7, han comenzado a hacer trasmisiones vía facebook, los lunes, martes y miércoles a las 9 de la noche, lo que les ha permitido tener un contacto más directo con la gente y ha servido también para que un público joven comience a disfrutar de nuestra música, algo que a Bartola le hace feliz porque, según dice: “Es la garantía de que la música criolla va a seguir con la misma pasión que la hacemos nosotros. Siento que tenemos a quien dejar esta gran herencia”.